El hule natural es un cultivo centenario, históricamente los mayas lo utilizaban con diferentes fines incluyendo el tradicional juego de pelota. Ya para mediados del siglo XVIII, era una industria clave en países como Brasil, Bolivia y Perú. En esta época la explotación se daba directamente del bosque donde los arboles crecían de manera silvestre. En la segunda mitad del siglo XIX el inglés Henry Wickham saco ilegalmente 70,000 semillas de hule de Perú de donde las llevo al sudeste de Asia y así se establecieron las primeras plantaciones comerciales. Ya para principios de los años 1900 la producción de plantaciones superaba ampliamente la que salía de Suramérica de árboles silvestres.

El árbol de hule, específicamente el árbol de “Hevea Brasiliensis”, que es la especie en la que se basa la producción comercial de hule natural, es un árbol de origen amazónico que pertenece a la familia de las euphorbiaceas. El árbol posee un tronco cilíndrico, recto y puede crecer entre 15 y 20 metros de altura. Crece adecuadamente en diferentes tipos de suelos, aunque prefiere los suelos ácidos, puede ser plantado en topografías hasta con un 20 % de inclinación. Los principales requerimientos para una plantación es estar por debajo de los 1200 msnm y tener una precipitación anual superior a los 1500mm. La producción de látex es el principal objetivo de las plantaciones. El árbol puede explotarse a partir del sexto año después de su siembra y su ciclo de producción dura alrededor de 35 años.

El hule natural como sistema forestal y por el proceso de extracción de látex, tiene un metabolismo muy activo, lo que lo hace ser el sistema que más intercambio de carbono genera. En Costa Rica las plantaciones son sujetas de PSA’s (pago por servicios ambientales), y dado que el fin de las mismas no es el aprovechamiento de la madera, son una excelente opción para la reforestación de ZPH (zonas de protección hídrica), y protección de aguas.

Al final de su ciclo productivo la madera del árbol se puede aprovechar, siendo una madera de buena calidad, similar a la teca y que se utiliza en la fabricación de muebles y pisos. Una hectárea puede producir arriba de 250m3, incluso después del año 15 de haber sido sembrado.